Hoy recordamos con mucho orgullo a un gran hombre cuya vida y hechos han quedado de ejemplos para muchas generaciones.
Un 10 de noviembre de 1836, nace Ricardo Gutiérrez, médico y escritor argentino que logró desarrollar desde muy joven múltiples aspectos de su vivir enriqueciendo la vida, no solo de sus contemporáneos, sino también de un país que disfruta aún hoy, de sus logros y creaciones.
Así como esta persona llena de virtudes ha dejado marcas en quienes lo conocieron y también en la historia de nuestro país, hoy quiero expresar lo que junto a mis compañeros hemos considerado que nuestra Escuela 11 ha dejado en nosotros a lo largo de 7 años, y cuyas marcas llevaremos toda la vida.
Somos miembros de una comunidad, una gran familia que se reúne cotidianamente para compartir proyectos, aprendizajes, tiempo, objetivos y tantas otras cosas que se ven reflejadas en las aulas, en el patio, en cada rincón que guarda generaciones de historias parecidas, diferentes, pero cada una cargada de afecto y de alguna manera, con la impresión de pertenecer a este lugar en el que paamos muchas horas con compañeros, amigos, maestros y un montón de personas maravillosas que creen en nosotros, potencian nuestras ganas de aprender sobre la vida, de creer que es posible cumplir sueños con esfuerzo, dedicación y confianza.
Parte de lo que somos se lo debemos a la escuela porque ahí
hemos tomado un poquito de cada uno de los que nos han acompañado, también
hemos dejado en cada uno mucho de nosotros porque creímos en todas esas personas,
creemos que nos han dedicado tiempo, contención y variadas herramientas para
enfrentar el futuro.
Le decimos GRACIAS!!! Gracias por desafiarnos a vivir con
objetivos y responsabilidad, a identificarnos con cada uno de ustedes que son
nuestra queridísima Escuela 11 Ricardo Gutiérrez, ÚNICA para los que
transitamos por ella.
Es un desafío mantener este compromiso de vida aquí y a lo
largo de los años, enriquecer la vida de quienes nos rodean, mantener viva las
virtudes que favorecen el diálogo, tolerancia, respeto y gratitud, aunque los
cambios de la sociedad los hayan perdido, aunque no sean valorados, aunque
nuestro nombre no sea reconocido, valdrá la pena haber seguido los pasos de
quienes eligieron vivir con dignidad. Gracias mi querida escuela, gracias
Ricardo Gutiérrez.
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alumnos de 7º grado
escritura colaborativa