Bandera de mi patria celeste y blanca, tantas veces te cantamos y recitamos versos que hablan de tu gloria y santidad. Como no podía ser menos, tu creador fue un gran hombre, un HÉROE de carne y hueso que terminó sus días en la máxima pobreza, pero seguramente con una paz inmensa, con la tranquilidad de haber obrado de acuerdo a sus ideales y con el orgullo de jamás haber traicionado a su patria.
Nuestros alumnos de cuarto grado realizaron la promesa de lealtad a la Bandera con un entusiasta : ¡SÍ, PROMETO!, rindiendo de esta manera el merecido homenaje al creador y actualizando la figura de un gran patriota que seguirá siendo un ejemplo a seguir.
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