DÍA DEL MAESTRO

Discurso del día del maestro

Recuerdo a mi maestra Liliana de primer grado: amorosa y paciente; A Cristina con la que me reía tanto, aprendiendo así con alegría; a Selma quien supo entender lo que yo necesitaba. 

Y yo? yo tenía ganas de ir a la escuela.

Y así seguiría rescatando de todos y de cada uno de ellos palabras, gestos, virtudes, actitudes, que me ayudaron a ser. No fueron maestras perfectas más todas dieron lo mejor que tenían. 

Seguramente a todos se nos vienen recuerdos y anécdotas que nos hicieron crecer. 

Y así recordamos a ese maestro que nos dedico tIempo y amor, que nos miró con confianza y nos ayudo a conectarnos con nosotros mismos y a podernos expresar. 

A ese docente comprometido con la transformación de la sociedad injusta con el cual podíamos reflexionar, opinar y debatir sobre diferentes temas;

Docentes que despertaron en nosotros las ganas, la pasión; que abrieron ventanas hacia el mundo y nos ayudaron a descubrir los distintos colores del sol … 

También recordaremos el reto de la maestra después de la pelea con un compañero, una charla de alivio, un chiste, una sonrisa, una pregunta, un pedido de disculpas… 

Y así fue como en la escuela, además de números y letras, aprendimos todas estas cosas, y hasta tuvimos la suerte de aprendarlas jugando o experimentando.

En esos momentos aprendimos cosas fundamentales que hoy debemos seguir enseñando a nuestros chicos: que la violencia nunca sirve para resolver nada, que es importante tomarse un tiempo para pensar, que está bien decir lo que sentimos y creemos, que todos somos distintos y eso es bueno, y que ningún ser humano es más importante que otro.

Y en esta tarea todos somos responsables de la educación de los chicos y de la sociedad que estamos construyendo. 

Hay un proverbio que dice: “para educar a un niño hace falta todo un pueblo”

Desde el Estado promoviendo políticas educativas reales de inclusión generando los recursos humanos y económicos necesarios para garantizar una educación de calidad

Desde nosotros como parte de la comunidad educativa: educando cada uno desde su lugar, desde su espacio; padres y maestros. Este es el desafío. 

No perdamos la oportunidad de enseñar con el ejemplo, de marcar los límites con claridad y con ternura, de ser coherentes y sostener con los actos lo que pensamos y decimos; de luchar por lo que sabemos justo; de mostrarles que, aunque a veces parezca más difícil, siempre es mejor cuando los proyectos son colectivos.

Manuel Belgrano un gran soñador y visionario en 1798 escribió el primer proyecto de enseñanza estatal, gratuita y obligatoria y se preguntaba “¿Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos?

Es por eso que entendía que la educación era el motor fundamental y necesario para el progreso de la sociedad.

Dejando en claro su postura, ya en aquel momento sociocultural, a favor de las escuelas gratuitas; la educación de las mujeres y de los más necesitados y desfavorecidos para darles de ese modo una posibilidad de progresar socialmente. 

Y, ahora sí, unas palabras especialmente dedicadas a ustedes, quienes eligieron trabajar en educación:

Gracias maestros por hacer de la escuela el lugar colectivo más confiable y el que brinda el amparo más profundo.. 

Gracias por trabajar con orgullo en la educación pública. Gracias por creer que la escuela pública no es “la escuela de los pobres” sino, ante todo, aquella que garantiza la igualdad de oportunidades, el lugar donde se cumple el derecho que todos los niños tienen de aprender. 

Gracias por el compromiso, que hace de los alumnos sujetos responsables y críticos. Gracias por los números y las letras, que hacen que nuestros niños se conviertan en seres libres… 

Gracias por alimentar la alegría de compartir y cooperar, la esperanza de un mañana mejor y la magia de hacer los sueños realidad… 

GRACIAS!!

DISCURSO PRONUNCIADO POR MARIANA ALEMIAN

SECRETARIA DE NUESTRA ESCUELA